15 noviembre 2005

Ojos que ven, corazones que sienten ...


Los ojos de Manuel no habían visto nunca a su hijo. Lo había acariciado, lo había abrazado, le había contado todas las historias escuchadas a su abuelo, pero no le conocía el color del pelo, ni los gestos al reir ... o al lagrimear. Los ojos de Julián no habían podido registrar jamás la sonrisa de su padre, o el verdor de la montaña en que viven. Había sentido sus palabras, se había cobijado en su abrazo, se había dormido con sus cuentos, ... pero Julián no conocía la imagen de su padre. Hace tres meses Manuel y Julián se miraron a los ojos por primera vez en La Habana. Ambos son parte de los 95.000 venezolanos ciegos que ahora pueden ver gracias a la solidaridad cubana. 450 bolivianos hoy miran con la esperanza que nunca habían tenido. Viajaron ciegos a Cuba y volvieron con la mirada limpia y la vida salpicada de colores. El viernes 28 volaron los primeros 22 uruguayos con la retina cubierta por un velo empañado . En pocos días estarán de vuelta, cargados de contrastes,de formas y arcoiris. Después de estos vecinos, elegidos entre los que menos tienen y más necesitan,seguirán otros, y otros, y otros más ... hasta que todos los uruguayos que padezcan cegueras corregibles con cirugía sean operados y puedan ver con sus propios ojos. Todo empezó con el Programa "Barrio Adentro" de Venezuela. Esta iniciativa que lleva casi 2 años compromete a 15.000 milmédicos cubanos a asistir en el Primer nivel a venezolanos que estaban por fuera del sistema de Salud de ese país. Al mismo tiempo, médicos venezolanos se están formando junto a los cubanos para reemplazarlos en unos 3 años más. En la campaña Barrio Adentro, se detectaron una enorme cantidad de personas ciegas cuya causa era alguna de las tres patologías que se corrigen mediante cirugía. Las cataratas son las más frecuentes. Los oftalmólogos cubanos empezaron a operar ciudadanos venezolanos con resultados tan eficientes como conmovedores. Esta ayuda se extendió a los bolivianos más carenciados mediante un acuerdo con las autoridades del país del altiplano que no podía satisfacer esta humana demanda con sus propios técnicos. La propuesta llegó al gobierno uruguayo hace poco más de un mes: Cuba tenía cupo para operar a 20 uruguayos por semana haciéndose cargo de los costos de la cirugía, de la estadía y del post-operatorio. Lo único que tenía que hacer nuestro país era resolver el traslado.Se buscaron soluciones por parte de compañeros del Ministerio deSalud . Pluna no contaba con lugares para viajar a La Habana hasta el 2006. Las Fuerzas Armadas aportaban un avión, pero no contaban con gasolina. Tras realizar unas gestiones, se logró que Venezuela colaborara con el combustible desde Caracas a la Habana, ida y vuelta. Para que 20 ur uguayos por semana recobraran la visión, !Uruguay sólo tenía que encargarse del costo de la gasolina del avión desde Montevideo a Caracas! Pero ... aunque no lo crean, aparecieron opositores muy enojados con la medida. El gobierno cubano dio por resuelta la cuestión: Cubana de Aviación se ocupa de los costos del traslado desde Buenos Aires hasta La Habana. Nuestro país no gasta un peso por las operaciones ni la estadía, ni el viaje de los uruguayos ciegos, seleccionados dentro de las personas con mayores carencias socio-económicas. Pero han continuado algunas críticas: ¡En Uruguay se podrían operar igual que en Cuba! Y tienen razón: nuestros técnicos tendrían la capacidad de resolver las cataratas de muchos compatriotas. Sin embargo estos vecinos hace años que cargan con su ceguera, habiendo podido resolver la enfermedad con una operación que en nuestro país no se les realizaba. Las perversas y variadas razones para esta situación se encuentran en el sistema de Salud injusto, ineficiente, insolidario y mercantil que hasta ahora tenemos en Uruguay. El mismo sistema asistencial que hoy luchamos por cambiar. Ante la generosidad cubana se despliegan intencionadas desconfianzas. ¿Por qué nos ayudan?, ¿Qué le damos a cambio?, ¿Qué negocio estarán buscando?... ¡Qué fácil olvidamos!, digo yo. Hace 4 años tuvimos un brote de Meningitis en Canelones. El gobierno de Batlle había roto relaciones con Cuba tras una excusa que fabricó nuestro ex-presidente para justificar un favor a Bush. A pesar de eso Cuba ofreció la única vacuna que era útil a nuestros hijos y que se fabricaba sólo en la bloqueada isla."Los niños son mucho más importante que las ofensas políticas"..dijo Fidel. Nuestro ex-presidente se negó. Más trascendente que nuestros gurises era su ¿orgullo?(o sucompromiso). El gobierno de Cuba, de todos modos y silencio, nos envió un avión cargado de vacunas que aterrizó una neblinosa madrugada en Carrasco. Nunca pagamos por esas vacunas ... Nunca leí o escuché a Cuba reclamar por esa ayuda solidaria. ¿Ustedes sí? Cuba enseña Medicina a 10.000 mil estudiantes latinoamericanos sin costo alguno en una Universidad que promueve la asistencia humanista. Algunos de ellos son uruguayos. Unos cuantos ya terminaron sus estudios y están de nuevo entre nosotros. ¿Alguien ha escuchado exigir alguna contrapartida por este apoyo? Los cubanos han aprendido a cultivar la solidaridad que a nosotros nos han pretendido arrancar desde la cultura del individualismo consumista. Los cubanos no reclaman nada por esta ayuda. Simplemente cuentan con la capacidad de dar una mano ... y la dan con franqueza y calidez. Aunque tal vez... pensándolo bien...quizás ... podría ser que hubiese un interés...que a través de sus acciones de hermano solidario los cubanos aspiren a nuestra defensa cuando el bloqueo norteamericano los ahogue y no puedan respirar. Es posible que ni siquiera lo piensen, pero seguro lo desean desde ese viejo aforismo que nos demuestra que: "ojos que ven -generan- corazones que sienten" Tal vez ..., rescatando del naufragio los rincones de utopía que en el mundo quedan, Ismael Serrano nos conmueva una vez más: "... y mientras tanto, si hoy se cae La Habana, el día demañana, ¿quién será nuestro dueño? Así yo canto para recordar que aún seguimos vivos. Si no ves más allá de tu horizonte estaremos perdidos". Red Médica - Uruguay. - (La información la he recibido de mi familia. Decía mi tio que mietras él me escribía ayer éstas líneas, partían para La Habana, los segundos 100 pacientes, la mayoría, niños). Un pueblo puede estar perdido por el hambre, por la guerra, por las desgracias, por la injusticia, la corrupción, por quienes están en el poder y revientan un país asi sin más, por quienes expulsan uruguayos a buscarse la vida en otra parte, etc, etc. Pero estará profundamente perdido ese pueblo si su gente entierra los valores humanos, la solidaridad, el ayudar a su gente sin importar a qué partido pertenece, si prevalece en él inconsciente colectivo la desconfianza, la falta de humidad, así sin más estará totalmente perdido ... Silvana.