28 diciembre 2005

Contigo tomar el té ...


es algo más que un ritual ... Se puede pasar tan bien una tarde conversando contigo en el calor de tu casa. Agus en el sofá lee los 4 libros que le regalaste en un silencio absoluto. El frío se instaló justo hoy en Barcelona de manera cruel diría yo. No obstante teníamos tantas cosas para contarnos que la tarde se nos pasó volando.
Y entonces... preparamos té, el perfumado que te regaló Lil y que bebí sin limón, desafiando mis propias manías.
Me pierdo entre tus cuentos maravillosos, que me hacen reír y llorar emocionada. Tantas veces Montevideo en tu memoria de 30 años viviendo aquí. Huidas desesperadas, persecuciones sin fin, maletas casi vacías que partían sin rumbo en un barco que te arrojó en esta ciudad, que te acunó en su geografía y te dejó crecer.
Y tú como buena hija la dotaste de libros de poemas, cuentos e historias, habiendo creído en ese entonces que con tanto dolor a cuestas no saldrían mas palabras de tu boca. Barcelona, la ciudad para perderse... Amores y desamores que dan vuelta la esquina, y que todos se parecen en algo; reafirmando en nuestra charla que no es lo mismo "cargar" que "hacerse cargo", nos damos un abrazo de despedida. Agus te dice que vendrá otro día... "La literatura nos unió". Silvana. (contigo tomar el té ... frase de una canción de amor preciosa de Canoura, que hoy la viví en la amistad)