El difícil arte de ser uno mismo
Hace unos días me referí a las elecciones que uno tiene en su vida y lo importancia de darse cuenta. Ahora reflexiono sobre las renuncias que uno debe hacer para estar en armonía con sus semejantes.
Se renuncia en todas las relaciones, las de amistad, laborales, las del amor. Es una suerte de pulseada, donde no se trata de que resulten vencedores, sino de que se llegue a un punto medio de la línea y ambas partes salgan beneficiadas. Pues me parece una mentira. Nunca se gana por igual, uno gana más que otro, porque en el litigio, hay renuncia.
Esa renuncia tiene sabor amargo, aunque se disfrace de “el lado positivo de las cosas”. A veces las renuncias se presentan toda la vida, como una suerte de familia que pese a cualquier discordia, sigue siendo familia.
Otras el cuerpo reacciona, no se sabe cómo, y planta cara. Entonces el suelo comienza a temblar, precipitándonos al vacío, siendo espectadores de nuestra lista de renuncias, a las cuales jamás nos pensamos que íbamos a renunciar. Interesante.
Y en esa sensación de la nada, donde los sentimientos están en posición de alerta y apreciamos el silencio más que nunca, tenemos que decidir qué hacer con tanta renuncia. Si un paquetito envuelto lanzarlo por la ventana, o asumir que la renuncia también es una elección en nuestra vida.
A veces, da felicidad a otros, aunque eso implique que uno deba renunciar a ser. Silvana.
Se renuncia en todas las relaciones, las de amistad, laborales, las del amor. Es una suerte de pulseada, donde no se trata de que resulten vencedores, sino de que se llegue a un punto medio de la línea y ambas partes salgan beneficiadas. Pues me parece una mentira. Nunca se gana por igual, uno gana más que otro, porque en el litigio, hay renuncia.
Esa renuncia tiene sabor amargo, aunque se disfrace de “el lado positivo de las cosas”. A veces las renuncias se presentan toda la vida, como una suerte de familia que pese a cualquier discordia, sigue siendo familia.
Otras el cuerpo reacciona, no se sabe cómo, y planta cara. Entonces el suelo comienza a temblar, precipitándonos al vacío, siendo espectadores de nuestra lista de renuncias, a las cuales jamás nos pensamos que íbamos a renunciar. Interesante.
Y en esa sensación de la nada, donde los sentimientos están en posición de alerta y apreciamos el silencio más que nunca, tenemos que decidir qué hacer con tanta renuncia. Si un paquetito envuelto lanzarlo por la ventana, o asumir que la renuncia también es una elección en nuestra vida.
A veces, da felicidad a otros, aunque eso implique que uno deba renunciar a ser. Silvana.
Letra: Quero sua risada mais gostosa, esse seu jeito de achar, que a vida pode ser maravilhosa Quero sua alegria escandalosa Vitoriosa por não ter vergonha de aprender como se goza Quero toda a sua pouca castidade, quero toda a sua louca liberdade, quero toda essa vontade de passar dos seus limites e ir além, e ir além. Quero sua risada mais gostosa, esse seu jeito de achar, que a vida pode ser maravilhosa, que a vida pode ser maravilhosa (instrumental). Quero toda a sua pouca castidade, quero toda a sua louca liberdade, quero toda essa vontade de passar dos seus limites e ir além, e ir além. Quero sua risada mais gostosa, esse seu jeito de achar, Que a vida pode ser maravilhosa, que a vida pode ser maravilhosa.
posted by Silvana Bocage @ lunes, febrero 20, 2006
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